La baja voluntaria permite a las personas trabajadoras dejar su empleo de forma unilateral. Por eso se conoce también como renuncia o dimisión.
Los empleados deben saber que siempre tienen derecho a solicitar la baja voluntaria. De hecho, ni siquiera deben justificar su decisión.
Es cierto que deberían cumplir con un preaviso, pues en caso contrario podrían ser penalizados. Además, los contratos pueden incluir ciertas cláusulas relacionadas con la no concurrencia, que limitarán sus derechos una vez solicitada la baja voluntaria.
Es importante señalar que la baja voluntaria no otorga al trabajador la situación legal de desempleo. Por tanto, quien dimite de su puesto de trabajo no puede solicitar el paro posteriormente.
También es importante saber que la persona trabajadora no debería solicitar la baja voluntaria en situaciones en las que procedería el despido. Por ejemplo:
En estos casos, contemplados en el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores, conviene contratar a un laboralista y presentar una demanda por despido. De lo contrario, el empleado podría perder su derecho a paro y a la indemnización por despido.
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La baja voluntaria se da cuando el trabajador o trabajadora rompe la relación laboral de manera unilateral, sin necesidad de justificarse. Siempre tiene que ser una decisión que procede de la persona trabajadora y no una incitación del empresario.
Aunque se realice una dimisión unilateral, se tiene derecho a cobrar el finiquito. Por supuesto, este no incluirá las indemnizaciones por despido, ya que la baja voluntaria no depende del empresario.
La dimisión debe realizarse por escrito para evitar problemas posteriores. Estos documentos se conocen como cartas de renuncia, y es importante que plasmen la fecha de efectos para calcular el finiquito y controlar el cumplimiento del plazo de preaviso.
Normalmente se establece un plazo de preaviso de 15 días naturales entre la entrega de la carta de renuncia y su fecha de efectos. Sin embargo, este plazo puede ser superado por otro que se establezca en el convenio colectivo, en el contrato de trabajo, o de forma voluntaria.
Ten en cuenta que si incumples el preaviso, la empresa podrá exigirte que le pagues un día de salario por cada día de preaviso incumplido. Por ejemplo, si dejas repentinamente tu puesto de trabajo la empresa tendrá derecho a cobrarte 15 días de salario.
En estos casos podría darse un finiquito negativo. Es decir, si tras liquidar las deudas salariales le debes más dinero a la empresa que esta a ti, tendrás que abonarlo en los términos convenidos.
En el caso del período de pruebas, no es necesario respetar preaviso alguno para cursar la baja voluntaria. En cualquier caso, tendrás que notificarlo a la empresa para que considere que no se ha superado el período de pruebas.
En principio, la empresa está obligada a dejar sin efectos la baja voluntaria si te retractas antes de que produzca efectos. Esto incluye los perjuicios a la empresa.
Por ejemplo, si ha tenido que contratar a un sustituto o ha reorganizado la plantilla o la organización porque sabe que te marchas, la empresa tendría derecho a no readmitirte.
Si te echas atrás antes de la fecha de efectos consignada en la carta de baja y la empresa no te readmite, deberías contratar a un laboralista para presentar una demanda por despido.
El finiquito debe de contener todas las cantidades que la empresa le deba a sus empleados hasta el último día de prestación de servicios Destacan:
Cuando una persona trabajadora abandona voluntariamente su puesto de trabajo no tiene derecho a cobrar la prestación por desempleo, ya que no entra en situación legal de desempleo.
La prestación por desempleo se reserva para las personas que, queriendo trabajar y estando capacitados para ello, no lo hacen por carecer de un empleo. De modo que se puede solicitar tras cualquier despido, pero en ningún caso después de la baja voluntaria.
A la hora de redactar una carta de renuncia voluntaria debemos identificar en un documento a la empresa y a nosotros mismos. Señalaremos tanto la fecha en que remitimos la carta como su fecha de efectos.
Lo mejor es indicar que la diferencia entre esas fechas es suficiente para cumplir con el período de preaviso. Y, por cordialidad, nunca está de más agradecer el tiempo trabajado juntos y despedirse amablemente.
No es necesario justificar el motivo de la baja voluntaria, aunque podría hacerse. Lo que sí es muy importante es solicitar un recibo y el finiquito. Al disponer de estos documentos evitaremos problemas legales que puedan surgir en el futuro.