La igualdad en la empresa debe ser un pilar de la cultura institucional, cuando el objetivo es el desarrollo y la calidad profesional. En España, igual que en otros países, se está avanzando en esta renovación empresarial, pero todavía falta camino por recorrer. El Real Decreto-Ley 6/2019 modifica la Ley orgánica 3/2007, reforzando aún más la idea de que un plazo no muy largo todas las organizaciones deberán poseer su propio plan de igualdad.
Contenidos de la entrada
Se puede comprender como la adopción de un conjunto de medidas consecuentes con un diagnóstico previo y con la finalidad de la igualdad de trato y oportunidades entre hombres y mujeres, así como a la eliminación de discriminación de género.
Está claro que cada empresa realizará un plan de igualdad personalizado que se adapte a sus propias circunstancias. De igual manera, la normativa específica factores básicos que deben definirse previo diagnóstico con la representación legal de los trabajadores. Entre ellos:
Las últimas modificaciones a la ley determinan una obligatoriedad para las organizaciones que:
Todas las organizaciones que no se encuentren dentro de la clasificación anterior tienen la posibilidad de implementar la igualdad en la empresa de manera voluntaria. Si se analizan los avances en las garantías igualitarias en la sociedad actual, para cualquier empresa es recomendable iniciar con el procedimiento.
Con las adiciones de puntos 4 y 5 del artículo 46 de la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, se ha puesto en marcha un Registro de Planes de Igualdad de Empresas. Es obligatorio la inscripción en el nuevo Registro.
Con el fin de promover la integración de la igualdad de trato y no discriminación, la Ley 9/2017, de 8 de noviembre refuerza la dimensión social. En el artículo 71 se expresa la prohibición de realizar contratos con instituciones que hayan sido sancionadas con carácter firme en infracciones laborales o sociales. Con esta medida quedan excluidas de contratos públicos aquellas empresas que hubieren incurrido en infracciones como:
Para que el procedimiento sea veraz y eficiente, es necesario que la integración del concepto de igualdad en la empresa se realice con convencimiento y no por mera obligación. Los tiempos y los costes dependerán, por lo tanto, del compromiso que los administradores asuman y con seguridad habrá motivación si comprenden las ventajas del Plan de Igualdad. ¿Por dónde empezar?
Privilegio en las adjudicaciones públicas: las administraciones tienen preferencia en las propuestas de licitación, por las empresas que disponen de un Plan de Igualdad. Además, como hemos visto se excluyen a las que han sido sancionadas o no cumplen con la obligatoriedad cuando correspondiere.
Optimización de los recursos: el fomento igualitario de promoción profesional genera una retención de talentos y fideliza a los empleados. Frente a las mismas oportunidades se elevan los estándares de calidad en cada puesto de trabajo.
Mejora en el clima laboral: las primeras ventajas del Plan de Igualdad se manifiestan en el clima que se percibe en la institución. La reducción de conflictos entre los trabajadores es un pilar básico para evitar la rotación de personal y generar la buena experiencia de los clientes.
Imagen pública de excelencia: la sociedad favorece y apuesta por las empresas que demuestran un trato de igualdad entre hombres y mujeres. Las relaciones con los clientes, proveedores, tienen lugar en un marco de confianza y respeto que marca la diferencia con la competencia.
Reducción del absentismo laboral: dentro de las ventajas del Plan de Igualdad, esta es una de las más destacadas por el área de recursos humanos y administrativo. La conciliación entre la vida laboral y familiar con medidas como trabajo a distancia, permisos especiales, etc. y la mejora en el clima laboral, se visualizan en la planilla de absentismo. Existe una disminución del estrés y los trabajadores se vinculan con la empresa desde otro lugar.
La competitividad de las empresas depende de la calidad de sus productos y servicios y los recursos humanos son determinantes en el proceso. Si se coloca sobre la balanza coste-beneficio de un Plan de Igualdad en la empresa, el resultado es indiscutiblemente positivo para el empresario. Es el momento oportuno para dar un paso adelante y marcar tendencia social.